Un elefante de dulce de leche. Un elefante que representa esa pasion que no me anime a tener, esas ganas de ser yo que reprimi. Me hubiera dado manija con las ganas de hacer algo y salido de mis calculos ajustados. Pero no, me abstuve a mis calculos a veces estupidos, ajustados, dificiles de disfrutar. Me contengo en mis calculos todo el dia y llega la noche y no doy mas, no tengo mas ganas de calcualr, y es ahi cuando me dan ganas de tirar todo por la borda, darle besos a mi amado y perder la moral. Pero no, hay algo dentro mio que me dice, que este amado valora esos valores que tengo, ese freno a veces estupido que tengo. Le gusto, lo se, y no solo es bueno saberlo sino que es lindo sentirlo, sentir que me respeta, que disfruta este tiempo de paso de hormiga que vivimos, fijado por una meta, una fecha limite que llega ahora que se va a australia. Lo voy a extrañar. Me estoy enganchando, me dan ganas de besarlo todos los dias. Y es como dije ya otra vez, hay una cada vez mas pequeña diferencia entre ese ideal que tengo al cual ya amo, y esa persona de carne y hueso que tengo cada vez mas cariño, con la cual me engancho cada vez mas. La comida en mi a veces representa eso. Ese descontrol que anhelo tener, que no me permito, que me reprimo. Ya sea por un muffin de mas en el patio bullrich o un pedazo de postre de mas en mi casa, es una manera de irme a dormir tranquila habiendo comido o disfrutando lo que tanto queria disfrutar, y dejando de lado los quehaceres como sacarme los lentes de contacto que queria hacer.. y al dia siguiente, cuando empiezo nuevamente mi dia, con toda la energia positiva, correctiva que uno puede tener y dice: que mal estuve ayer. Y te agarra culpa. Uno se preguta aporque se paso de la raya? Simplemente porque quise disfrutar la vida. Quise aprovechar esa oportunidad, ese momento que me tentaba tanto, que me reprimia tanto que necesitaba dejar ir, soltar.